Podría tratarse del guión perfecto para una película, pero es la realidad que viven diariamente cientos de investigadores en España. Su trabajo es mucho más esclavo y con poco reconocimiento social. En su hoja de ruta, una hipótesis y tras ella miles de horas en un laboratorio para intentar confirmarla. Muchos de esos proyectos acaban abanonados a su suerte en un archivador, mientras que otros sí consiguen llegar a buen puerto.
Tal es el caso de Antonio Hernando, catedrático de Físicas de la Universidad Complutense de Madrid que en el año 2000 comienza a investigar las posibilidades de un material metálico del tamaño de un cabello, que combinado con una serie de elementos químicos tiene la propiedad de absorción de ondas electromagnéticas. Una tecnología que, de llegar a desarrollarse, podría hacer invisibles al radar los objetos metálicos de gran tamaño como los buques de guerra. Lee el resto de esta entrada »