Base naval subterránea de Musko

Cuando todo el mundo se encontraba al borde del holocausto nuclear probablemente el único sitio realmente seguro eran los profundos búnkeres subterráneos. De allí que hasta hoy día en muchos lugares del planeta están montadas instalaciones de este tipo, varias de las cuales siguen siendo secretas.

Cuando todo el mundo se encontraba al borde del holocausto nuclear probablemente el único sitio realmente seguro eran los profundos búnkeres subterráneos. De allí que hasta hoy día en muchos lugares del planeta están montadas instalaciones de este tipo, varias de las cuales siguen siendo secretas.

Sin embargo, gran parte de estas bases ya están abiertas al público y posiblemente la más grande instalación subterránea de las conocidas es la de Musko (Muskoanlaggningen), enorme búnker sueco capaz de servir como perfecta decoración para películas de Hollywood. Ésta alberga una base naval, construida bajo una montaña de granito sólido, imposible de destruir con algún tipo de «bunker buster» o bomba nuclear.Es enorme y usa autobuses para el transporte del personal dentro de sus túneles. Era un lugar súper secreto, pero después de la desintegración de la URSS su hermetismo está desapareciendo y cada vez se conocen más datos acerca del lugar.

No solo los diques están bajo tierra; toda la base naval está construida bajo la sólida montaña. Aparte de cuatro diques, la base cuanta con plantas de reparación, hospitales, comedores, cuarteles, etc. Miles de soldados pueden servir allí y solo el hospital cuenta con más de mil camas. A modo comparativo, de la Montaña Cheyenne extrajeron 350.000 m3 de roca mientras que en Musko se extrajeron más de 1.500.000 m3 (incluso más si contamos la carretera subterránea que conduce a la base).

Tras el derrumbe de la URSS quedó al descubierto otra base naval semejante, construida dentro de una roca en la entrada al puerto de Balaklava, cerca de Sebastopol, en el mar Negro. Para mantenerla en mayor secreto incluso quedó restringida la entrada a la ciudad de Balaklava, en la península de Crimea, que ahora forma parte de Ucrania.

Habiendo sido un lugar ultra secreto y reservado únicamente para personal directamente involucrado en las esferas militares del gobierno de Stalin, la Base de Submarinos de la URRS de Balaklava ha sido testigo del apogeo y descenso de ese régimen. De ser un lugar exclusivo y secreto, hoy en día pasó a ser un atractivo turístico, aunque en estado bastante deteriorado y mal mantenido.

Pero si esto no importa a la hora de visitar la base, los turistas quedan fascinados con el acceso submarino (única forma de ingreso a la base), su maquinaria, los sistemas de compuertas y la puerta de titanio de seis metros (!!!) de ancho que protegía a la base contra eventuales ataques nucleares.

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Las puertas tienen un grosor de 1 metro.

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Texto desde RT

Fotos: Cosas exclusivas

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