El lago dulce fue antes mar salado. Sobre las plácidas y turbias aguas de la Albufera, nada hace pensar en un pasado más complejo que la realidad que hoy amenaza a es este paradigmático espacio natural. Sin embargo hubo un tiempo en el que el lago fue mar, y lo fue hasta tiempos relativamente recientes, no más allá de medio milenio, pero su origen se remonta a más de 400 millones de años atrás.
La paleohistoria de este lago y su entorno, que hoy es un parque protegido, encierra convulsos procesos de evolución geológica que determinaron hábitats y extensiones poco divulgadas. Los límites marinos llegaban al menos hasta Picassent y Montserrat, «quizá también hasta Cuenca en algún momento», atestigua el arqueólogo Miquel Martí, apasionado historiador de la vida de la Albufera.
Bajo las aguas que fotografiamos repetidamente al reflejar los cañaverales y el sol poniente, cuando eran salinas hubo una fauna mucho más sorprendente que la de las llisas y las más escasas anguilas.
Hace 25 millones de años vivieron aquí el tiburón-tigre y la raya, y el mar llamado de Tetis (aún no era el Mediterráneo) era un mar tropical, al estilo del Caribe. Se sabe con certeza por los registros fósiles. Miquel muestra dientes fosilizados de tiburones con tal datación. Uno de ellos fue hallado al perforar un pozo de 25 metros en la actual Albufera; los demás, entre las piedras de campos de Picassent y Montserrat. Lee el resto de esta entrada »