En esta nueva imagen, captada por la cámara Wide Field Imager (instalada en el Telescopio MPG/ESO de 2,2 metros, en el Observatorio La Silla de ESO, en Chile), las manchas oscuras casi bloquean la luz de un rico campo de estrellas. Las áreas de color son pequeñas partes de una enorme nebulosa oscura conocida como Saco de Carbón, uno de los objetos más destacados de este tipo, visible a simple vista. Dentro de millones de años, trozos de esta nebulosa se prenderán, casi como su homónimo combustible fósil, con el brillo de numerosas estrellas jóvenes.

Esta imagen de la cámara Wide Field Imager (instalada en el Telescopio MPG/ESO de 2,2 metros), muestra parte de la enorme nube de polvo y gas conocida como la nebulosa Saco de Carbón. El polvo de esta nebulosa absorbe y dispersa la luz de las estrellas del fondo. Crédito: ESO
La nebulosa Saco de Carbón se encuentra a 600 años luz de distancia, en la constelación de Crux (la Cruz del Sur). La silueta de este enorme y oscuro objeto contrasta sobre la banda luminosa y estrellada de la Vía Láctea y, por esta razón, la nebulosa se conoce en el hemisferio sur desde que nuestra especie existe.
El primero en dar a conocer la existencia de la nebulosa Saco de Carbón a Europa, en 1499, fue el explorador español Vicente Yáñez Pinzón. Más tarde, la nebulosa obtuvo el sobrenombre de Nube Oscura de Magallanes, un juego de palabras dado su negro aspecto en comparación con el brillante resplandor de las dos nubes de Magallanes, que son en realidad galaxias satélite de la Vía Láctea. Estas dos galaxias son claramente visibles en el cielo austral y llamaron la atención de los europeos durante las exploraciones de Fernando de Magallanes en el siglo XVI. Sin embargo, la Saco de Carbón no es una galaxia. Como otras nebulosas oscuras, en realidad es una nube interestelar de polvo tan espesa que impide que la mayor parte de la luz de las estrellas del fondo llegue a los observadores. Lee el resto de esta entrada »