Las relaciones entre España y Noruega son excelentes, salvo por algún pequeño asunto que está empezando a irritar esta cordialidad. La ‘culpa’ es de los 12.000 marineros españoles que protestan enérgicamente para que les devuelvan los impuestos pagados entre 1955 y 1994 al país nórdico mientras trabajaban en su marina mercante. Los afectados alegan que parte de su sueldo era para pagar las tasas obligatorias del país pero que nunca disfrutaron de sus derechos porque nunca residieron en tierra noruega; siempre trabajaron en los barcos.
Long Hope, la asociación que engloba a los afectados, ya no pide tanto una pensión para los extrabajadores sino una compensación, una devolución de los impuestos actualizados, al no haber disfrutado ni de la sanidad, ni las carreteras ni ningún servicio ni infraestructura pagado con su dinero. Esta semana decidían dar un paso más en sus reivindicaciones y embarcarse rumbo a Madrid desde Galicia para plantarse delante de la embajada de Noruega en Madrid.
En plena calle Serrano y con el apoyo de CCOO, unos 70 afectados gritaron consignas con la mirada puesta en una quinta planta, donde trabaja el actual embajador Johan Christopher Vibe, que no salió a recibirlos ni se asomó al balcón. Y que también parece haber cerrado la puerta a cualquier posible solución. “No hay base legal para pagarles una pensión ni para devolverle los impuestos, no estamos en una situación de negociación”, ha asegurado el propio embajador a El Confidencial. Vibe se basa en un informe del Defensor del Pueblo noruego en el que se asegura que “no existe base legal que ampare su demanda”.
Los marineros cuentan con el apoyo del Gobierno español, que ya les ha prometido que, pese a sus buenas relaciones con Noruega, su tema siempre estará encima de la mesa. Y también con su perseverancia. El pasado mes viajaron hasta el país nórdico para entrevistarse con varias autoridades y tratar el asunto. Aunque las reuniones fueron “tensas”, según cuenta el portavoz de la asociación, Alberto Paz, volvieron esperanzados porque no recibieron un no rotundo, palabra que sí parece haber pronunciado el propio embajador noruego en España. Lee el resto de esta entrada »