
El Titanic, a punto de zarpar en Southampton (Reino Unido). Fuente: Titanic The Exhibition.
Sin dudarlo, el trasatlántico más famoso de la historia es el Titanic, un majestuoso buque de casi 270 metros de eslora, 28 metros de manga y 46.300 toneladas, que se hundió a 600 kilómetros de Terranova la madrugada del 14 al 15 de abril de 1912. Viajaban a bordo 2.223 personas, de las cuales murieron 1.514, convirtiendo el suceso en uno de los peores naufragios ocurridos en tiempo de paz.
Partió desde Southampton, al sur de Reino Unido, el 10 de abril, y tras parar en Francia e Irlanda, tomó definitivamente rumbo a Nueva York, lugar al que viajaban los sueños de prácticamente la totalidad de sus viajeros, que esperaban conseguir una mejor vida al otro lado del océano.
Cualquier desastre es una concatenación de hechos, consecuencias y errores, y lo del Titanic no fue menos. Desde que los remaches no aguantaron la presión y estallaron, hasta la codicia por la publicidad de Bruce Ismay, presidente y director de White Star Line (compañía naviera del barco), que obligó al capitán, pese a las advertencias de éste, a mantener la máxima velocidad para llegar a destino en un tiempo récord.
Pese a las causas humanas, innegables y principales culpables del naufragio, la naturaleza tampoco jugó a favor del viaje inaugural del Titanic, y la situación climática de las décadas anteriores, junto a la meteorología e incluso astronomía en las semanas antes del naufragio, fueron claves para conseguir la tragedia. Lee el resto de esta entrada »