Además de su increíble inteligencia, una de las características más impresionantes de los pulpos es su capacidad para cambiar de color ante el entorno y para usar estos pigmentos como forma de comunicación. Hasta ahora se sabe que estos cefalópodos utilizan sus sofisticados ojos para enviar una señal a la piel que le permita cambiar de color, pero un equipo de investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara acaba de descubrir que el sistema es aún más interesante.
En un trabajo publicado en la revista Journal of Experimental Biology, el investigador Desmond Ramirez expone que una especie de pulpos que vive en California (Octopus bimaculoides) puede sentir la luz sin necesidad de tener una señal del Sistema Nervioso Central ni pasar por los ojos. Los científicos han descubierto que su piel contiene una serie de proteínas sensibles a la luz llamadas opsinas del mismo tipo que las que tiene en los ojos, de modo que su cuerpo puede notar los cambios de luz y responder a ellos sin necesidad de que el pulpo procese esa información a través de su cerebro. Lee el resto de esta entrada »