Vampiros de mar

Foto de casaciencias.org

La lamprea es un pez que nace en un río, se cría en el mar y luego, cuando alcanza la madurez, regresa al río, donde se reproduce. De aspecto parecido a la anguila, posee una boca como una ventosa, sin mandíbulas, con varias filas de dientes córneos y una lengua también córnea con la que raspa la carne de otros peces y mamíferos marinos y les sorbe la sangre. Es, por lo tanto, un auténtico vampiro de mar.

En Galicia y en Asturias, donde se consume más a menudo en temporada, de enero a marzo, la lamprea se pesca con un arpón especial o, sobre todo, con nansas, para evitar que pierda sangre, ingrediente imprescindible para elaborar la salsa oscura con la que suele acompañarse cuando se cocina del modo que a mí más me gusta: a la bordelesa, un guiso histórico, impresionante. No me disgustan las lampreas en empanada ni tampoco en arroz, pero cuando las disfruto de veras es con sus carnes cartilaginosas guisadas en una cazuela con ajo, jamón, su sangre –que se obtiene practicándole un corte en la cola– y buen vino tinto.