Nueve especies vegetales, nueve tipos de peces y tres artrópodos; el cangrejo americano, el picudo rojo y el ‘parotet de alas negras’. A la Albufera de Valencia le salen cada vez más enemigos. El último, un pez con bigotes de gato que puede pesar hasta cien kilos y medir dos metros de largo.
La entrada de especies exóticas invasoras en el parque natural ha sido una constante creciente en el último siglo y eso se ha convertido en un verdadero problema a la hora de preservar la biodiversidad que conocieron nuestros antepasados.
La mano del hombre tiene mucho que ver en este pulso entre especies ‘de casa’ y las que llegan en busca de hábitat para quedarse. Y eso que soltar un animal en un enclave protegido está absolutamente prohibido y puede ser constitutivo de infracción penal.
Hay quien piensa que la aparición hace una semana de un ejemplar de siluro, especie depredadora, en el lago puede no haber sido fortuita. De momento, expertos, pescadores y biólogos han puesto en marcha un dispositivo de emergencia para rastrear las aguas del lago en busca de más peces gato.
La entrada de ‘extraños’ altera para siempre las condiciones y el hábitat de las especies autóctonas. Algunas están al borde de la desaparición. Otras, ya son historia. Las más castigadas son el samaruc y el fartet, con poblaciones muy escasas. «Las ranas que antes frecuentaban muchas canalizaciones casi han desaparecido y lo mismo pasa con la gambeta, que ya no se encuentra por el aumento de la contaminación», explica José Caballer, presidente de la Comunidad de Pescadores de El Palmar. Lee el resto de esta entrada »