A finales del siglo X una docena de navíos vikingos comandados por Erik el Rojo llegaron a Groenlandia desde Islandia con la intención de fundar un asentamiento. Durante años cientos de personas les siguieron hasta levantar varios pueblos que llegaron a acoger hasta 5.000 habitantes. Fueron capaces de desarrollar una agricultura en aquellas latitudes y abrir nuevas rutas comerciales con Europa. Sin embargo, 500 años después, por causas aún no aclaradas, los vikingos abandonaron Groenlandia. Las teorías más aceptadas apuntan a un cambio climático que afectó a los cultivos y desató una importante hambruna. Pero una reciente investigación de científicos daneses refuta esta hipótesis y asegura que los vikingos lograron adaptar su dieta a las nuevas condiciones ambientales, lo que añade nuevos interrogantes a su éxodo.
Según las sagas nórdicas, sobre el año 985 los primeros colonos llegaron a Groenlandia, cuyo nombre significa Tierra Verde. Una denominación elegida por Erik el Rojo con la que pretendía animar a más compatriotas a lanzarse a la aventura de instalarse en las nuevas extensiones. Y muchos lo hicieron. La colonia prosperó gracias al comercio de pieles de foca y de colmillos de morsa. Sin embargo, la dependencia de Europa para abastecerse de materias primas como hierro o madera era casi absoluta.
En el siglo XII el clima empezó a cambiar. Las temperaturas bajaron hasta 4 grados centígrados y los veranos se hicieron más cortos. Eso implicaba que los cultivos tenían menos tiempo para madurar y crecer y, por tanto, su número y calidad se redujo. Las bajas temperaturas también hacían inviable la ganadería. Por si fuera poco, el frío prolongó el bloqueo de las rutas comerciales marítimas por causa del hielo. Sin alimentos y aislados, los vikingos optaron por abandonar los asentamientos. Lee el resto de esta entrada »