Una torre junto al puerto albergará la sede española de la multinacional MSC

Terminal de MSC en el puerto de Valencia. marga ferrer

La delegación en España de la multinacional suiza MSC, una de las navieras más importantes del mundo con cerca de 350.000 trabajadores y que opera en 335 puertos en todo el mundo, tendrá su sede en Valencia, en una flamante torre de diseño que se construirá en el nuevo barrio de las Moreras. El Ayuntamiento concederá la licencia de obras dentro de escasas fechas, según anunció ayer la alcaldesa Rita Barberá.

La primera autoridad local no quiso desvelar la ubicación del edificio, aunque otras fuentes precisaron que el solar elegido es el barrio que se levanta entre Nazaret y la Ciudad de las Artes y las Ciencias. La intención de la compañía es aglutinar en dicho inmueble la decenas de oficinas que tiene abiertas en España, dando un protagonismo innegable a Valencia.

Los responsables de MSC dieron a conocer en febrero de 2010 su interés por tener una mayor presencia en la ciudad. En los aledaños del puerto, la opción más fácil es la del nuevo barrio de las Moreras, a pesar de que hay muchos más solares por desarrollar en otras zonas.

Es el ejemplo del polígono de viviendas del Grao, diseñado por el arquitecto José María Tomás, así como el del Camino Hondo del Grao, vecino y que recae a las naves de la calle Juan Verdeguer. Dentro de la marina Juan Carlos I, en la dársena interior, el Consorcio también oferta inmuebles para uso terciario, es decir, oficinas.

El problema es que las dos primeras ubicaciones están pendientes de urbanización. En el Camino Hondo del Grao se procede ahora al final de las tareas de descontaminación, que en los últimos meses ha convertido en inertes cientos de toneladas de tierra contaminada por la pasada actividad industrial en todas las parcelas.

Por lo que respecta al nuevo Grao, la tramitación está algo más atrasada. El polígono incluirá torres de hasta 50 plantas de altura, con lo que se convertirán en las más altas de Valencia, así como canales navegables, grandes jardines y la conexión con la dársena.

Por el contrario, el barrio de las Moreras está urbanizado por completo. Las promotoras han comercializado ya varios edificios de viviendas, aunque quedan varios solares por edificar. El Ayuntamiento tiene en dicha zona un centro de acogida de animales exóticos, el único equipamiento público abierto hasta ahora.

Barberá sí que desveló la inversión a la que hará frente la empresa española de la multinacional. Serán 17 millones de euros el presupuesto para el edificio de oficinas y que generará 300 puestos de trabajo. La alcaldesa destacó esta iniciativa como una muestra más del interés del sector privado en la ciudad, síntoma a su juicio de una progresiva recuperación de la actividad económica.

Citó otros ejemplos como el hospital que el grupo NISA construirá entre el bulevar sur y la pista de Silla, con un coste estimado de 55 millones de euros y cuyas obras podrían comenzar a finales de este año. También el centro comercial Oceanis, en la misma zona, con una inversión de 265 millones de euros, así como el nuevo estadio del Valencia, en la avenida Cortes Valencianas y cuyas obras se han desbloqueado gracias a un acuerdo entre el club y una sociedad inmobiliaria de Bankia.

«Algo y bien se está moviendo por la buena gestión de la ciudad», dijo la alcaldesa, que se refirió también a los «tres millones despidos causados por el desastre de gestión política del Gobierno socialista, autor del gran recorte social que se cifra en 5 millones de parados, sin empleo, sin sueldo y sin participación en la Seguridad Social».

La alcaldesa comparó la llegada de nuevos proyectos privados con la situación del Ayuntamiento, al hilo del decreto aprobado por el Gobierno para el pago a los proveedores. «Estamos bien y eso se nota en la llegada de todas esas iniciativas».

El Consistorio no se ha planteado en ningún momento «despidos, recortes o subida de impuestos», atajó como las opciones de otros municipios para hacer frente a la devolución del préstamo avalado por el Gobierno. Es más, consideró que en el plano de tres o cuatro años, la carga financiera causada por el préstamo de 181 millones de euros para pagar facturas se habrá diluido y dejará de tener impacto en el Presupuesto municipal a medio plazo.

Paco Moreno en Las Provincias