El color del cielo es excepcionalmente rojo, el sol ya se ha puesto por detrás de unas montañas que reconozco y me resultan familiares. Bajo a la mesa de navegación, compruebo la carta en la pantalla y efectivamente estamos a la altura de Vilanova i la Geltrú. Apenas 25 millas para cruzar la línea de llegada en Barcelona, se nos van hacen largas, como siempre al final poco viento y de morro, calmando a medida que nos acercamos a mi ciudad. Reconozco los destellos del faro de Montjuic, los edificios más altos iluminados y el skyline de la ciudad donde nací y de la que salimos hace ya meses, el último día de 2014. Detrás quedan 25.000 millas de regata, cinco océanos, 89 días con sus 89 noches, los ojos irritados de sal, la piel quemada por el sol, las manos endurecidas por las escotas y las pocas neuronas que me quedaban activas, gratinadas a consecuencia de intentar pensar y tomar decisiones difíciles a gran velocidad. Son las últimas millas para completar una vuelta al mundo, acabar la Barcelona World Race.
Jose, mi co-skipper en esta aventura y competición, hace horas que no habla y trima las velas como si alguno de nuestros adversarios estuviera cerca. Le veo haciendo fuerza con el cuerpo como si en pie desde cubierta pudiera empujar el barco con su movimiento de cadera. Me hace sonreír y recordar las veces que yo hice lo mismo en mis primeras regatas. Quedarte parado sin viento, la corriente en contra a escasos metros de la línea de llegada mientras tu competidor se aproxima puede hacerte enloquecer. El primero hace cuatro días que ha llegado y GAES está 350 millas por detrás. Podemos relajarnos pero hay una especie de tensión distendida en el Neutrogena.
Ahora viene lo mas difícil de una vuelta al mundo sin escalas: volver a la vida ‘normal’, que para Jose será pisar tierra firme, encontrarse con la familia y recuperar el tiempo pasado en la mar. Tiene muchas cosas que contar a los amigos, anécdotas que para él son nuevas e incluso divertidas. Pero en mi caso creo que, después de siete vueltas al mundo y un centenar de regatas transoceánicas, no se me ocurre nada para compartir de nuevo, ya se conocen mi repertorio. Lee el resto de esta entrada »