Proyecto «Canal Estambul»

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, participa en un acto electoral de cara a las próximas elecciones generales en Estambul.- SALIH ZEKI FAZLIOGLU (EFE)

Estambul ya no será tan solo una ciudad entre dos continentes. En menos de doce años tendrá además dos estrechos: uno natural, el Bósforo y otro creado por el hombre que se denominará Canal Estambul. Así lo ha anunciado hoy el Primer Ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. La empresa, que se inscribe dentro del llamado proyecto loco para Estambul, que también quiere dividir a la megalópolis en dos ciudades, se materializará en 2023 si el partido de Erdogan gana las elecciones de junio.

El nuevo estrecho tendrá 50 kilómetros de largo por 150 metros de ancho y su costo alcanzaría unos 10 mil millones de dolares, según reveló el rotativo Today Zaman hace siete meses, cuando comenzaron los primeros rumores sobre las intenciones del mandatario. Según este periódico, Erdogan comenzó a dar forma a la idea cuando todavía era alcalde de la ciudad entre 1994 y 1998.

A pesar del elevado costo, «no habrá problemas en la financiación» aseguró Primer Ministro al canal CNNturk. Según las especulaciones de los medio turcos, empresas rusas e italianas estaría detrás del pastel. De llevarse a cabo, los trabajos comenzarían dentro de dos años y estarían terminados en 2023, año en el que se conmemora el centenario de la República Turca.

El plan, que el propio Erdogan definió como «uno de los proyectos más grandes del mundo, comparable con el Canal de Panamá y de Suez», busca aliviar el intenso tráfico del Bósforo. Por este estrecho que corta Estambul en dos, circulan 50.000 barcos al año, casi 137 al día. La mayoría son petroleros que transportan diariamente 1,85 millones de barriles de crudo -13 % de la demanda mundial- .

Turquía cedió la soberanía del Bósforo en 1936 con la firma del tratado de Montreal, a cambio de su independencia frente a las naciones occidentales. La libre circulación de barcos en el estrecho ha aumentado considerablemente desde entonces. Tan solo entre 1988 y 2009 se han producido 300 incidentes navales, la mayoría menores. Sin embargo, los estambulitas son conscientes de las posibles repercusiones de un accidente en el estrecho. Como explica Chris Morris en su libro The New Turkey si un carguero lleno de gas natural colisionara en el Bósforo, la fuerza de la honda expansiva sería más potente que la de la bomba de Hiroshima.

«Turquía tiene la voluntad de hacer real este gran proyecto, de lograr que este sueño se haga realidad. Estambul es la única ciudad del mundo atravesada por el mar. Con este proyecto se convertirá en una ciudad atravesada por dos mares» concluyó Erdogan. El proyecto, que salvaría a la megalópolis de un escenario casi apocalíptico, también contempla la construcción de varias ciudades satélites y parques a lo largo del nuevo canal.

Todavía se desconoce su emplazamiento exacto del canal -todo apunta a que se situaría a las afueras de la parte europea de la ciudad-, la fecha de inicio o si el partido de Erdogan volverá a ganar las elecciones. Según asociaciones ecologistas, el proyecto acabaría con los bosques de pinos que rodean a la ciudad además se ser un derroche de recursos hídricos. Las reacciones por el lado de las finanzas fueron más que positivas. A pesar de estar todo en el aire, el sector de los negocios ya empieza a frotarse la manos.

Blanca López Arangüena en El País.