En 1617, tuvieron lugar los hechos más dramáticos que conoció Cangas al largo de su dilatada Historia. Un 4 de diciembre, los habitantes de la ría de Vigo veían espantados cómo once buques corsarios turco-berberiscos fondeaban en las islas Cíes. Sus propósitos no podían ser más sanguinolentos: causar el mayor destrozo posible en las posesiones de la Corona Española, y practicar la rapiña y la pillaje.
Aún trataron nuevamente los piratas de apoderarse de Vigo, infructuosamente, antes de dirigir sus proas contra Cangas, que entonces era una humilde villa de pescadores, totalmente desprotegida. La escasísima milicia no disponía de recinto fortificado alguno en el que resistir, ni tampoco de artillería. La primeras horas de la mañana, tras uno intenso bombardeo, unos 1.000 hombres desembarcaron en Rodeira y en la Punta de Balea, ante las aterrorizadas gentes del lugar. A las mermadas tropas se unieron numerosos vecinos mal armados, protagonizando una lucha desesperada, en abrumadora inferioridad numérica. El mayor heroísmo de aquellos hombres y mujeres estuvo en que fue el sentido de la honra lo que les impidió abandonar los sus hogares ante lo invasor, pues en tales condiciones era impensablela victoria. Lee el resto de esta entrada »