Aunque es relativamente joven en Europa, el surf tiene una larga historia en la que ha creado una estética y una visión de la vida ligada a la naturaleza y la libertad, pero no siempre responde al estereotipo de mares tropicales y verano eterno. El torneo Quiksilver Pro France 2012, disputado a principios de octubre en las Landas, es una ocasión perfecta para acercarse a este deporte adictivo.
Una chabolita con huerto y una tabla de surf, y el mar cerca. Con eso me bastaría para vivir”, afirma Carmen, 22 años, estudiante de marketing y publicidad en Barcelona, sentada en la vasta playa de Hossegor, con el infinito Atlántico como paisaje. Carmen empezó a surfear hace cinco años en California, y con el tiempo, animó a subirse a una tabla a su amiga Paola, de 23 años. Ambas asisten como público, en este arenal de las Landas, en la costa sudoeste de Francia, al Quiksilver Pro France 2012, una de las dos pruebas europeas del Campeonato del Mundo de la Asociación de Surfistas Profesionales.
Con tranquila pasión, las dos jóvenes explican las virtudes del surf, y su testimonio es uno de los muchos ejemplos de amor y adicción que se pueden recoger entre los aficionados y los profesionales que asisten a la prueba. Pero no todos comparten el ideal bucólico de Carmen. El supercampeón Kelly Slater, 40 años, con 11 mundiales en 20 temporadas y 267.000 euros en premios este año –al cierre de este reportaje, aún queda una prueba–, da otras claves: “El estilo de vida surfero está ligado a la naturaleza, pero para algunos es una cuestión de más exigencia y en cambio para el surfero medio tiene más que ver con disfrutar una experiencia”. El contacto con la naturaleza es el argumento más compartido y se suma a otros como la posibilidad de viajar y descubrir gentes y paisajes, el sueño de vivir de una pasión o la simple identificación con una estética. Pero todos coinciden en que los equilibrios sobre una plancha exigen amar el aire libre, no perder la paciencia y la constancia mientras se espera la ola perfecta–a veces, horas– y saber lanzarse con decisión cuando se presenta la ocasión de atravesar un buen tubo. Lee el resto de esta entrada »