Un trasatlántico gigante para los astilleros STX en Saint-Nazaire

Chantier de construction du paquebot Queen Mary 2 à Saint-Nazaire en 2003. Crédits photo : Jean-Christophe MARMARA ; Richard VIALERON/Le Figaro

El encargo de la compañía estadounidense Royal Caribbean International, el mundo de los cruceros y oportuna. El barco es uno de los más grandes jamás construidos en Saint-Nazaire.

Este barco estará disponible a mediados de 2016. Además, este encargo posibilita  «una opción para un segundo barco, disponible a mediados de 2018», anunció el jueves por la noche los sitios de STX. En comparación, los dos primeros barcos de la clase Oasis, el Oasis of the Seas yel Allure of the Seas, dictadas en 2009 y 2010, son los barcos más grandes del mundo. «Equipado con 16 cubiertas y 2.700 camarotes y capacidad para 5.400 pasajeros y 2.100 miembros de la tripulación», añade STX. Cada uno de ellos costará € 900 millones, pero la tercera copia para la construcción de varios proyectos que estaban compitiendo en el mundo este otoño, debería costar menos.

Los puertos sortean la crisis al crecer en Europa y África

Los puertos gestionados por la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) han conseguido sortear la recesión económica en España durante 2012 -que se manifiesta sobre todo en el transporte de mercancías- manteniendo el tráfico total y mejorando ligeramente la actividad de carga y descarga de contenedores. Los recintos de Valencia, Sagunt y Gandia resisten la embestida de la crisis y compensan el desplome comercial con China (-5,7 %), el país con mayor actividad exterior y cuyas importaciones se hunden ante el menor consumo en España, con las mejoras de tráficos obtenidos por las navieras en algunos países de África (sobre todo Argelia) y Europa (con Italia a la cabeza).
Las previsiones de cierre del ejercicio de la APV apuntan a un empate técnico en tráfico total y un crecimiento superior del 2,5% en el caso de los contenedores. Hasta noviembre de 2012, según constata el último boletín estadístico, la APV logró superar la barrera de los cuatro millones de contenedores, su principal baza empresarial, lo que supone un nuevo récord y afianza el liderazgo en España -por delante de Algeciras y el doble que Barcelona- así como en el Mediterráneo.
La menor actividad industrial en España ha provocado un descenso notable en la producción de la regasificadora de Sagunt y, en consecuencia, de las descargas de hidrocarburos (-29 %). También afecta a los productos siderúrgicos (-2,45 %). Sin embargo, el dinamismo de la terminal de vehículos del recinto del Camp de Morvedre (plataforma de importación y exportación de varias marcas como Ford, Toyota y KIA) logra una mejora de los tráficos del 40 % en comparación con 2011.

La Ley de Costas dará 35 años más de concesión a puertos deportivos

El puerto deportivo de Dénia, en Alicante. / NATXO FRANCÉS

Los puertos deportivos podrán optar a una nueva concesión de 35 años cuando expire su actual. Así lo fija una enmienda que el PP presentó el viernes al proyecto de reforma de la Ley de Costas que tramita el Congreso. Además, la prórroga de grandes industrias situadas en el litoral —como la polémica papelera de Ence en Pontevedra— será competencia estatal y no autonómica, como inicialmente fijaba el proyecto de ley. El Gobierno se reserva así la decisión sobre un asunto con mucha implicación social sobre el que las autonomías esperaban decidir. Estos dos puntos incluidos por el PP van en la línea de las alegaciones que hizo la patronal (CEOE) a la reforma de la Ley de Costas, la primera de calado desde 1988.

El objetivo principal de la reforma legal impulsada por el departamento que dirige Miguel Arias Cañete es dar 75 años más de concesión a las casas construidas legalmente sobre la playa antes de 1988. Esas viviendas —unas 10.000, según cálculos del ministerio— tenían 30 años de concesión ampliables a 60, por lo que en 2018 comenzaban a vencer los plazos y debían pasar a manos del Estado para ser demolidas. El Ministerio de Medio Ambiente argumentaba que eso había creado inseguridad jurídica y mala imagen de España, ya que muchos de los afectados eran extranjeros.